domingo, 30 de septiembre de 2007

Palabras del corazón

" la vida no se soluciona casándote con ricos. "

El Hombre Corazón parece tener razón.

Vacío

Es rarísimo, pero así es. Dos puntos en un mapa: longitud y latitud. Pará, pará. Un poco más abajo, ¿más abajo? No, es aca. No, pero yo estoy allá. Y bueno. ¿Coincidimos o no? No.

jueves, 27 de septiembre de 2007

Vida de videoclip

uno. Descubrí que el ipod tiene una extraña tendencia a invadir todos los espacios. Es más, cuando aparece alguien con quien tengo que charlar, diría que me molesta tener que sacarme uno de los auriculares.
dos. Descubrí que el ipod resolvió una de mis fobias específicas: Ya no le temo más a los baños públicos. Se trata de un videoclip al infinito, en donde yo solamente me dejo llevar por la acción automática de entrar al baño y realizar la actividad correspondiente, sin entrar en contacto auditivo con las otras mujeres que cohabitan el lugar. Este maravilloso beneficio me exime de enterarme de cada uno de los ritmos, densidades y estados gaseosos ajenos. ¡Viva!
tres. Descubrí que ahora todos mis días son como cálidos videoclips que se dan play uno atrás del otro. Le regalo a la cara de preocupación de esa señora este temita que le sube el sex appeal y no sabés cómo baila.

Frase Célebre del mes,
Dijo Anita:
"Y nada, estoy en el horno, me re gusta"

miércoles, 26 de septiembre de 2007

Pálpito

esta foto la sacó www.celestenajt.com.arYO VOY AL MERCADITO anunció terminante. El pibe estaba famélico y al ver las luces blancas no dudó un instante en caminar media cuadra y encontrar algún tentempié. Cuando yo pisé el lugar dije firmemente: yo quiero pan. Y lo más maravilloso de la historia es que no sólo encontramos pan, sino un pan casero, recién horneado. Lo vendía una mujer desde atrás de una canasta. El perfume y la temperatura desde la bolsa derretía nuestras bocas. Y ahí estábamos todos, amontonados en un ascensor que seguía oliendo mal desde hace días, al rededor no de una fogata ni de un cofre repleto de oro y joyas: al rededor de la cálida y tibia bolsita plástica, empañada por la húmeda frescura de la deseada baguette.

martes, 25 de septiembre de 2007

Chiste

Entra un señor a un negocio. Está como apurado, es medio petizo y ahí viene y dice:
- Volví... soy Millones...
- No veo tantos...
- Otra vez con esto dios santo, que le digo que soy Millones, Millones Carranza
- Ah... señor Millones disculpe Usted es que no lo reconocí

Atrás de la cámara

Se levanta. Ya le pesa respirar y todavía no empezó. En realidad no se levanta, se despierta. Mira el reloj varias veces: maldito aparato moderno, ¿para qué? se pregunta. Mueve los brazos por debajo de la almohada y estira el abdomen. En realidad no es un abdomen, es una gran, voluptuosa y magínifca panza. Apreta la cabeza contra la almohada y se le forma una gran papada. Siente la incomodidad del sobrepeso hasta en el más mínimo de los movimientos faciales. Se sube un gato a su cama y lo patea mientras dice para sí, gato de mierda.
Después de hacer pis vuelve a la cama. Se zambulle como si fuera una ballena encayada y no se mueve. Hace meses que siempre hace lo mismo: llega tarde a todos lados.
La cocina es un asco. Ha decidido no limpiarla, y acumula bolsas plásticas y sachetes al costado del lavarropas. Se saca la bombacha de su trasero y mientras abre la heladera dice: para qué compré ese lavarropas, dios santo.
En la heladera hay varios potes de dulce de Leche San Ignacio, un paquete de pan de salvado y dos huevos.
Se sienta con el pan y el dulce de leche en una silla de madera que está a punto de explotar. Agarra su cámara y miralas fotos que tomó el día anterior: cuerpos esbeltos, caras sonrientes, caras famosas, vestidos de lujo, hombres apuestos abrazan mujeres más apuestas. Se rasca uno de los varios rollos de su abdomen y sigue pasando las fotos. Por algun extraño motivo, no se cansa de ser fotógrafa del espectáculo. Corre con el pie a uno de los gatos y se va al cuarto a vestirse. Hace días que usa el mismo pantalón, pero no le molesta.

sábado, 22 de septiembre de 2007

Susana

esta foto la sacó celestenajt.com.arAyer me dijeron que me parecía a Susana Giménez.
Yo pregunté si era por el tema del peso, qué se yo, puede pasar. Pero no, no era por eso. ¿El rubio? No, tampoco. ¿La risa? Nah. ¿Y entonces? ¿Porque soy mandona? Pregunté de nuevo. No, porque sos así como... ¿Una estrella? Tampoco. Bueno loco, entonces decime en qué me parezco a Susana Giménez porque me inquieta. No sé, hay algo. ¿Algo? Dios mío. Ya sé, vos decís por esa vez que elegí una carte entre el montón mientras volaban, simulando que eran cartas de televidentes? No, tampoco eso. Bueno basta, entonces no me le parezco en nada. No, es que hay algo. ¿Algo? Pero la puta madre, ¿Algo como qué? Decímelo por favor porque me está poniendo nerviosa. No sé, no sé qué decirte. ¿Y entonces? No entiendo para qué me decís que me parezco a Susana Giménez si después no podés explicarlo. YA SÉ: ¿Es por mi fanatismo por el leopardo? ¿Tiene algo de Miami? No, nada que ver. Bueno, basta. Para eso no hables, salí, me cansaste.

viernes, 21 de septiembre de 2007

El director

Entra un tipo al bar. Es medio panzón y se mueve torpe entre las mesas. Hace muecas hacia la comesura derecha de su pequeña boquecita. Se corrige la voz. Pide un wisky al camarero y se sumerge en la neblina. (Los otros que fuman se dedican a sostener esta particular composición de colores durante toda la diración de esta escena). Después de algunos temas jazzeros se saca por fin el sombrero y lo apoya en la mesa. Un hombre de tiradores negros se hace acomoda en la silla del costado. Entre dientes, se dicen:
-un tipo morocho una versión extrañada de . . . de piernas un poco dobladas como . . . como bajando de un caballo
y dientes .. raros...dile que eres mi amigo. Pregunta por Tony.
- De igual modo yo no hablo con él. - Se animó a decir el otro.
- Bueno. Comenzarás a hablarle... te venrá bien... ¿Acaso era azul la camioneta la que querías cierto?

En un cuarto de hotel de ruta ella descanza pechidesnuda sobre su torzo. Levanta el brazo buscando su rostro, torpe, golpea primero la lámpara y ésta cae sobre el suelo verdemarrón. Ellos como si no escucharan nada, se dicen:
-No me abandones... cometí quizás un error...nada... que he ido al balcón...

CORTEN, grita el director. Se lo ve inquieto y mientras se agarra la inminente pelada les dice:
- es como una conversación de chat de extraños... Uno dice: ¿y ahora que haces?... Y el otro dice: trato de hacer una tarea para la facu... y ahí el otro ya le dice: ¿vos qué tenés puesto?... ¿Qué tal? ¿Vos Alberto cómo lo ves?
-TTToy al teléfono con operadoras estupidas de movi movi movistar!! - Grita alberto desde el living.

jueves, 20 de septiembre de 2007

El Shopping hace bien

Gastar es bueno. Gastar hace bien. Está bien ir ahorrando cada uno de los centavos que producimos como individuos, pero cuando llega el momento de romper todo y adquirir bienes materiales que nos definen como lindos, buenos, adentro, qué querés que te diga. Decime y te lo digo. Una vez embebido en la voragine del consumismo, todo se justifica. Todo empieza a ser fuente de placer. Cuanto más uno compra, más se da cuenta de aquellas cosas que no tiene y que desea. Y cuando digo desea, hablamos de ese fuego intercostal que sólo te lleva a pensar en una sola cosa: para realizarte como persona, vas a necesitar comprar eso. Bueno pero pará: ¿para algo trabajo no? Y si trabajo se supone que soy responsable, y que si estoy pasando la tarjeta y terminando el último de los saldos disponibles es porque soy conciente de lo que hago, y esto es algo que tiene que ver con la ética y con la moral de la época, no me mires así, la tarjeta es un arma de doble filo.

Dato Curioso
No, este post no es una justificación de que me haya comprado un ipod.

miércoles, 19 de septiembre de 2007

The Doc

A MÍ ME GUSTA mi ginecólogo porque es un tipo que no pierde el humor. La escena es bastante conocida, patiabierta, el tipo investigando con ese aparato que todavía no termino de identificar, y yo miro al costado porque sí, puedo ver. Al principio fue más raro, ahora no tanto. Resulta ser que el tipo tiene una tv HITACHI conectada a un plug in que va directo al aparato este, y todos podemos mirarme por tv. Sí, sí. La hinchada lo grita: Lo miran por tv. Te digo igual que no es nada muy atractivo. El tipo no pierde el encanto porque en determinado momento me dice, vos trabajás en radio, bueno, yo esto se lo paso a Tinelli, que lo miren todos por tv. (¿?)
Quizás siempre tuvo ese chiste bajo la manga y nunca había encontrado oportunidad de comentarlo, o quizás siempre lo hace y fue la primera vez que lo presencié. Sonreí, sí, sonreí, porque me parecía bastante poco probable que Tinelli aceptara transmitir estas extrañas imágenes.
Me parece que igual su fuerte no es el humor, sino la capacidad para hacer natural un evento bastante anormal. Cuando llega el momento del revisado, el Doc siempre dice: Bueno, ya te moleste el alma, ahora te molesto el cuerpo.

Dato curioso
El tipo asistió el parto de la Tía.

lunes, 17 de septiembre de 2007

El palo rojo

"El que inventó que trae buena suerte lo hizo para que pisar mierda no sea tan malo"

Así empieza una secuencia de sensaciones y roces entre zapatillas y alfombras. Mat se acomodó en el asiento y tímidamente sugirió que desde algún lugar del Jeep venía un aroma particular. Hay como.. como olor a mierda.... Nadie le contestó, pues su olfato desarrollado suele adelantarse varios segundos al promedio olfativo. Después fue Cel la que reconoció que allí había algo que andaba bastante mal. Cual inquisición obligamos a cada uno de los presentes a enfrentar la suela de sus zapatos a la mirada exhaustiva del tribunal de justicia. Para ser más específicos, más que mirada fue literalmente el rostro de Mat que constató a pocos milímetros de distancia la existencia del elemento fecal. La pobre Tía ni se había dado cuenta de que su zapatilla, blanca, llevaba la huella del delito: No sólo había extendido materia fecal canina por varios sectores de la alfombra, lo que es peor, había pisado el palo rojo.

Para los que manejan y conocen la importancia de la traba del auto, sabrán que su anatomía implica algunos sectores rugosos plásticos que calan finos senderos en ambos extremos. Difícil era la tarea de excarvar y remover la materia.
Culpable como nadie, la Tía intentó expulsar el elemento tóxico del palo con un suave y tímido salpicón de agua que brotaba de una botella. Supuse que quería emular el efecto de la potencia de una manguera, pero media botella de 500ml de agua jamás lo lograría.
Ya está, dijo la Tía aliviada. Pero había un detalle que ignoraba: El olfato de mat lograba descubrir nuevos y desconocidos recovecos enchastrados que enviaban bahos cada una cantidad de segundos azarosa. Cuando la Tía creyó que el problema ya estaba resuelto y que ya podía reir con los otros, mat señaló un sector que contaba con un gran caudal de pasta marrón. La tía suspiró y tomó coraje: podríamos decir que casi agujeró la alfombra del frote frenético al que se dedicó durante los siguientes 4 minutos. Ya está Tía, ya está... hubo que decirle para que abandonara la tarea.
La tía suspiró, se dejó caer en el asiento trasero y dijo por suerte termino bien la noche de mierda.

domingo, 16 de septiembre de 2007

NerdMan

El tipo es raro te digo. Tiene una expresión facial como de incomodidad todo el tiempo, aún cuando le ofrezco algo para tomar y lo dejo trabajar solo. Bueno, no tan solo. La última vez que vino me di cuenta de que el teclado estaba muy sucio y empecé a limpiarlo con ciff. Cada tanto me decía... bueno... me dejás.. que tengo que.. tipear algo...
En fin, te digo que el tipo es raro. Todas las veces que lo ví tiene un hedor desarrollado y a veces me dan ganas de preguntarle porqué insiste con ponerse esa remera de piqué. Y aunque siempre se seque la frente, nunca deja de brillarle. Y ni te cuento cuando se agacha, no, no, mejor no te cuento.
Hace unos años venía otro que terminó muy mal. Sí, como escuchás. Yo lo veía y decía, este tipo es bastante raro eh, pero de raro a me-robo-todo-y-termino-internado-por-adicciones hay un largo tramo.
Celeste dice que su nerdman no es que es raro, sino que parece una versión argentina de homero simpson, de ojos saltones y una extraña devoción por James Brown. Y lo más raro de todo es que aunque no es la misma persona, lleva adelante la misma costumbre:
- Che necesito que vengas.. mi computadora is dead
- Sí sí, mañana a las 5 estoy.

Y el tipo no viene, entendés?

sábado, 15 de septiembre de 2007

Un problema genético

- Bueno como te decía, la cosa empezó medio rara. Resulta que Mario, que es el de remera blanca..

- Pará pará, el de remera blanca? cuál de todos?

- Ése, Entonces Mario tenía un amigo, Esteban, que es ese de ahí, el morochito, el de remera rayada, que tiene un problema.

-Uh.. qué le pasó?

- No sale a la calle si no se pone una remera rayada, Es un tema genético dicen. Mario y Esteban van juntos al colegio, ahí en la provincia, Te dije que son del interior?

-No, no..

-Bueno y Esteban tiene un primo, que tiene una cosa parecida a él..

-Sólo se pone remeras rojas?

- Casi. Sólo se viste de amarillo

- Ah! por eso le dicen el Pato

- Y a veces, Patón, dependiendo de cómo huela. Bueno dejame terminar! Resulta entonces, que los amigos se juntaron y decidieron hacer algo distinto con su findesemana. Se fueron a Buenos Aires, a disfrutar la noche porteña, vos me entendés y así terminaron en un bar girando una cerveza de 500 mililitros entre 6. Y nada, te lo quería contar.

Hacerse cargo de la luz

Todo el tiempo estoy obligada a hacer cosas que me generan altas cargas de displacer, y no me acostumbro a la idea de estar acostumbrada. Tener que mantener un diálogo con esa vecina en el ascensor que es como un chicle que se te impregna y no hay manera de extirparla, saludar al portero y hacerle algún comentario "original" para no tener que sentir la angustia de que el tipo va a seguir estando ahí cuando vuelva, hacer colas inmensas con calor y cansancio en bancos para que después el tipito me diga: ah no, está cruzado, este cheque sólo se deposita, y así. Infinitas y remotas versiones de la postergación del bienestar, circulación constante en elipses que no llegan a ningún lado.
Con todo lo que se impone bajo el falso título de necesario, considero completa la cuota de ítems displacenteros. Le hago un elegante y estilizado fuck-you a todos los entes que liberan energías oscuras y tóxicas y con alivio y serenidad continuo caminando sólo por aquellos lugares que me hagan bien. Parece una conclusión de autoayuda, puede ser. Pero que es real, es real.

miércoles, 12 de septiembre de 2007

Chino loco

NO SE CÓMO PERO terminé comprándole un robot a cuerda que cuando lo volví a probar ya no andaba.Yo ya había visto el lugar pero siempre estaba cerrado. Hoy no, y entré. El tipo que atiende era un chino sonriente que cada tanto me decía LOCA y cuando entré lo primero que hizo fue resaltar con énfasis que llevaba mucho perfume. Llamaba MOSCAS a los chicos que entraban a preguntarle cosas sobre una melódica que exhibía en la vidriera y repetía constantemente que el robotito era de colección.
Entré porque estaba lleno de muñecos viejos y relojes en el mostrador, y la verdad es que no tenía ganas de llegar temprano a la clase. Tampoco sé cómo fue, pero terminé con un tatuaje en tinta china en el antebrazo que me acompañó bajo el saquito durante el día lluvioso.
Me dijo que él se llamaba Chico, y me hizo prometerle que la semana que viene volvería a visitarlo.

martes, 11 de septiembre de 2007

Bombero

YO PISÉ MIERDA. Y traté una y otra vez de remojar la zapatilla en algún charco perdido y arrastrarla contra el asfalto. No sirvió de mucho. Cuando automáticamente crucé la pierna, un baho asqueroso subió por el costado derecho. Hay un poco de olor a mierda, no? Dije como sorprendida. No sirvió de nada lo que hice en la calle. Ezequiel me miró como serio, diciendo: Y sí, no te quería decir nada pero me estoy ahogando.
TAMPOCO sirvió de mucho escribirlo ayer en el blog. Hoy volví al cine y pocos minutos después empecé a sentir la misma presión que ayer. Claramente no soy como Celeste. Mirá. Estamos a punto de entrar a cualquier sala, sí, sí, ya pasó con The Holy Montain la otra vez, no soy exagerada, y Celeste sale disparada diciendo: voy al baño. Está bien, ella se hace cargo y no sufre 45 minutos de la presión abdominal, pero después me hace sudar la gota gorda cuando la veo entrar una vez que la película ya empezó, y trato en vano de agitar los brazos para que me vea. Loco, el que es macho entra al cine y se aguanta el pis. Claramente yo no soy macha, y volví a tantear en la oscuridad asientos ajenos y a perderme entre pasillos para descomprimir el orín.

lunes, 10 de septiembre de 2007

Paja mental

Fijate que uno está todo el tiempo tratando de hacer el menor esfuerzo. Te digo en serio. Hoy estaba en el cine y había tomado dos botellas de agua de 500ml cada una, por lo cual gracias a una simple suma saqué la conclusión de que la presión que sentía en mi abdomen, no, no era el chupín, era el litro de agua que se esforzaba por salir. Al principio respiré hondo y pensé que podía aguantármelas como buena macha que soy. Pero después empecé a torcer las piernas y a susurrarle a Clara insistentemente: me hago. Recordé lo que dijo Celes hace poco estando en la misma situación: voy a romper bolsa. Después trataba de ver gracias al reflejo de la imagen cuántas personas había hasta llegar al pasillo, y en el caso de decidir pararme, cuánto tendría que encorvarme para no ser odiada por los otros espectadores. Era demasiada presión en el abdomen como para seguir ignorando lo que comenzaba a ser dolor. En fin. Tomé coraje y emprendí una aventura en la oscuridad, pateando botellas, pisando papeles de caramelo, pieses y carteras. Llegué casi transpirada a la escalera alfombrada y una vez afuera me dí cuenta de que no había sido tan terrible. Estuve un rato largo invocando la escena de Austin Powers y su pis eterno, y me quedé boludeando en el baño. Me daba fiaca volver. Tener que subir a tientas en medio de la oscuridad, me había olvidado en qué fila estaba sentada y no quería empezar a tantear hombros y cabezas ajenas. La puta madre. Me quedé sentada en la escalera mirando la película como una infiltrada que no había pagado su entrada. Los últimos minutos los transité distraída, preocupada por la inminente acusación de un acomodador que me diría nenita dónde está tu entrada. Y ahí mismo tendría que empezar yo con un pizarrón blanco y un marcador indeleble a explicarle al joven la aventura. Pero no, obviamente no pasó nada. La película terminó, me levanté antes de que la multitud me aplastara y le dije a Clara: No, no me gustó.

Galletita

- A mi me parece que vos nunca le creíste.
- ¿Cómo es eso?
- Dejame que te diga dos cosas, él nunca te dijo nada, pero vos jamás le creíste, y eso va por tu cuenta.Es complejo el asunto. Todo este tiempo vos siempre sostuviste que el te quería comunicar algo, lo intentaste, leíste, re leíste y exprimiste esas oraciones, eso fue lo único que le creíste, pero no había nada. Además yo te conozco… cualquier cosa que te hubiera dicho, vos no le hubieras creído. Estás pedaleando en el vacío ¿Te das cuenta?
-Bueno… nunca había pensado el asunto desde esa perspectiva. Hubieron miles de cartas, pero ahora que las re leo una vez más son solo oraciones sin contenido.
-¿Y cuando se vieron?
-Mmm tampoco dijo nada, es más, la última vez decidió simplemente no hablarme. Quizás por eso nunca le creí, porque no había que. Bah si… algo le creí; Hay cosas que se solucionan yéndose a dormir y desayunando un café con leche con galletitas. Voy a probar… puede que me ayude.

Angustia Dominical

Sucede desde siempre. Es ese micro segundo en que termina algo pero lo próximo no comenzó. Es un movimiento elíptico que se produce domingo a domingo, una tendencia repetitiva que se hace sensación. En mi caso viene siempre acompañado del relato futbolístico, que resuena en mi cabeza, y me aturde. Puedo cerrar los ojos y volver al asiento de atrás del auto de mis papás cuando volvíamos del Cantry, y sentir exactamente lo mismo que ayer, y que cada domingo.
Se acabo, basta, caput. Me lo tatúo en las pompis y lo asiento legalmente. Los domingos voy a salir. Porque ya lo dijo Lulú, hay que conocerse, hay que hacer cosas que te hacen bien.

Juraría que lo vio ll

Camina las mismas 4 cuadras de siempre. Las mismas casas, las mismas puertas, la misma vieja baldeando y hasta el olor fétido que sale de esa pobre mujer que detiene el trapo para dejarla pasar. Abre la puerta, suena la campanilla y se sonroja cuando las miradas se posan sobre ella. Pocos segundos después, ya está metida entre historias de piratas en altamar en busca de tesoros, islas en lugares remotos, amores correspondidos, asesinatos y misterios por resolver. Se pasea así, por los pasillos de su librería preferida, deslizando las yemas de los dedos por los lomos de los libros, tocando los grabados y las hojas sin estrenar. Se detiene en la sección de Novelas De Ficción y se para frente a una larga estantería. Elige al azar un ejemplar y lo hojea. Nada interesante. Toma otro, distinto, una edición más vieja y al sacarlo del estante, le parece ver a alguien detrás, en el otro pasillo. Baja la cabeza e intenta mirar otra vez. Achica los ojos, se concentra.Ahí está. Es él. No hay duda alguna, su traje, su bigote, su postura. El libro se le cae de las manos, lo recoge y corre a dar la vuelta. Cuando llega al pasillo donde le pareció verlo no lo encuentra. Camina por los pasillos del local, tratando de que sus ojos se encuentren con los suyos. Pero el no está, quizás nunca estuvo y ella! tan convencida. Juraría que lo vio.



Moraleja: dar cuerda al reloj y salir con paraguas si anuncian lluvias torrenciales (más que moralejas, notas mentales)

domingo, 9 de septiembre de 2007

Intenso

Es rarísimo. Entre la multitud que se agita en una noche de calor, hay muchas historias que me ponen triste. Desencuentros y robots que se sacan chispas. Pienso en las infinitas definiciones del amor, en lo que todos y cada uno busca, y en lo que no se encuentra. Lo que yo no encuentro, lo que ella no encuentra, lo que ellos tampoco están encontrando. Ah, a ver pará, parece que sí... dejame ver, ¿Ahí? ah no. No, no lo encuentran.
Me pone más triste todavía cuando espío por la terraza y veo pasar a alguien que camina, solo. Quizás es una tendencia a pensar siempre algo así, de lo peor, que me impide imaginarme otra cosa, qué se yo, cualquier cosa, lo que se te ocurra, que el tipo salió a tomar aire porque no puede creer que acaba de ser papá, o algo así.
Después me doy cuenta que no sólo estamos rodeados de definiciones diferentes, sino también de algunas definiciones en común. Y miro al rededor y esa gente que se agita es gente con la que vibro, no todos, claro. Un par. Los agarro y me quedo cerca, porque me hacen bien. Como seba dijo la otra vez, la gente linda al final se encuentra.

Juraría que lo vio

Ella entra al bar por la puerta principal. Ha caminado por la calle por más de dos horas, con el frío golpeándole la cara. Al entrar, el aroma a café y dulces, le renueva el alma. Se sienta en una mesa próxima a la ventana y desde allí, toma su café con leche de siempre, moja la medialuna y suspira. Afuera, la gente camina apurada, hacia sus trabajos y compromisos. Se chocan, se disculpan y avanzan. Ella piensa, mira y piensa. Y así, pensando, depronto, lo ve. Lo ve entre la gente, como si nada, caminando por la calle, mirando polleras. Pide la cuenta, rápido. Busca monedas en el fondo del bolso y deja unos cuantos pesos. Quedate con el cambio, grita mientras atraviesa la puerta de salida. Una vez afuera, lo busca con los ojos que se pierden entre el tumulto de gente. Pero él no está, quizás nunca estuvo y ella, tan convencida. Juraría que lo vio.

Moraleja: si depronto hace calor y encontrás un par de ojotas que combinan con tu pollera veraniega pero hace mucho no usabas, tratar de recordar por qué descansan en tu placard. Después ,si no, te andás quejando de ampollas y dolores.

jueves, 6 de septiembre de 2007

la falta

Mirá que todo este tiempo lo tuve acá y nada ¿eh? Te digo, ni sabía que lo tenía. Pero tenía que venir la otra a decirme con tono teen: "Ay me prestás este libro?" para que yo empezara a sentir la ferviente necesidad de tenerlo. Qué se yo si lo iba a leer, no me vengas con esas preguntas. Te estoy diciendo que hace años que lo tengo acá archivado y que recién ahora, cuando la otra me lo pide, recién ahí lo quiero tener enfrente mío. Sí, ya sé que siempre me pasa lo mismo, pero bueno te lo quería contar. Si te molesta que te lo cuente no me escuches y listo, lo dejamos aca. No, no estoy yendo a la psicóloga, ¿por? Después me decís que yo salgo con cosas agresivas, ¿Qué es esa pregunta? ¿Pensás que debería volver? Decímelo, no tengo problema.

miércoles, 5 de septiembre de 2007

Amigos

Para saber si tus amigos son realmente tus amigos, basado en un test de amistad elaborado en la universidad de Oxford, te barajamos un manojo de preguntas indiscretas que orientarán y objetivizarán tu mirada sobre tus vínculos.

uno ¿tu amigo aceptaría que le vomites de cuclillas su alfombra?

dos ¿tu amigo dormiría tomado de tu mano para ayudarte a sobrellevar una mala noche?

tres ¿tu amigo aceptaría salir y entrar de una fiesta, más de 4 veces, en pos de una presa que modifica su ubicación?

cuatro ¿tu amigo se quedaría hasta altas horas de la noche redactando a tu lado mails para conquistar a alguien?

cinco ¿tu amigo diría que va al baño para en realidad encararse a la misma persona que les gusta a ambos?

seis ¿tu amigo te llevaría a una reunion de 10 desconocidos y te drogaría para que no puedas hablar?

siete ¿tu amigo te invitaría a que quedes atrapado en obras teatrales cuyo significado y/o argumento no encuentras?

ocho ¿tu amigo te ayudó a interpretar datos ininterpretables con tal de que algo sea un indicio de que esa persona gusta de vos?

nueve ¿tu amigo volvió a reflexionar con vos y sutilmente supo decirte: Fijate, me parece que quizás estás equivocado?

diez ¿tu amigo te dijo que tu accesorio moderno es más ridículo que original?

Clima

PROBABLEMENTE estés al tanto de la tesis que voy a presentar en Guadalajara el mes entrante. ¿Ah no? ¿No sabías? Cómo cambian las personas, Alberto. Creía que tú siempre estarías al tanto de las novedades en el círculo penal, y mírate ahora, ¿hace cuánto no lees el boletín oficial?
Te decía Alberto, he estado trabajando en una tesis con un equipo de investigación y es momento de presentarla. No sé qué te parecerá, espero que puedas echarle un vistazo. Te he traído una copia.
Pues te comento al pasar que he estado trabajando con una muestra bastante grande, hemos logrado reclutar doscientas personas para nuestro proyecto. Durante años hemos estado comprobando que el humor de nuestros investigados variaba proporcionalmente a la temperatura y el clima. Lo sé, nunca creíste en esta idea. Pues hemos comprobado que el humor de las personas está en directa relación con el clima, y sino compruébalo tú mismo. Vamos no te hagas el duro. Venga, Alberto, abre la ventana, dime cómo te sientes con este frío húmedo que invade el cuarto. ¿Logras ver que no hay siquiera nubes? ¿Que se trata solo de un infinito cielo blanco?¿Y cuando una fina gota se te pega en la cara? ¿Qué haces Alberto? ¿Estás llorando? Venga joder, eres un juez de la corte nacional, cómo vas a ponerte a lloriquear así como un niñito. No cambias más, déjate de pavadas y cierra la ventana, vamos. No, aquí nadie se va a suicidar, vamos joder, no me hagas renegar, bájate de ahí.

lunes, 3 de septiembre de 2007

Palermo Hollywood

Uno es muchas personas a lo largo de su semana. El problema se presenta en el microsegundo en el que nosequien, buda, dios, la ubicación de las estrellas en el universo , decide que alguno de tus mundos se junte.
Vos estás ahí, como una bisagra, como en aquellas oportunidades en las que cruzando alguna frontera podes poner un pie en cada país. Y seamos sinceros hay momentos en los que no es oportuno en que tus mundos se junten.
Te vi el sábado una esquina de Palermo Hollywood pero, no me acerque porque me di cuenta que estabas muy mal” me dijo una compañera de trabajo.

sábado, 1 de septiembre de 2007

Me fundí

ALGO DEL PLUMÓN se repitió en el sueño. Esa sensación de estar tibio con el otro en una distancia tan pequeña que parece inexistente, pero que está. No hay contacto, no hay un tocarse, pero está ahí. Ahí al lado, y con eso alcanza.
Cada vez que mi mente vuelve a investir la imagen del plumón, se despolariza toda la piel como si fuera un botón de prender y apagar.
En seguida me acordé de la escena que vimos ayer de TOP SECRET cuando a la protagonista se le encienden los senos, acompañada de un sonido indescriptiblemente grave e industrial.