lunes, 11 de febrero de 2008

Límites


Una vez cuando estaba en 5to grado me gustaba un chico que para entonces solía ser el novio de Yanina. Yo me preguntaba porqué era el novio de ella y no mi novio. Pensé entonces que era más facil resolver la encrucijada pidiendo un deseo a algún tipo de presencia nocturna que escuchara mis plegarias. En seguida entré en crisis. Supongamos que el espíritu X escuchaba mi deseo y decidía concedérmelo. Al día siguiente vendría Fulano a decirme que se había dado cuenta de que Yanina ya no era para él, que ahora se trataba de mí. Qué terrible escenario, pues entonces no sabría si realmente Fulano estaría bajo mis verdaderos encantos o acaso fuera víctima fatal de algún hechizo nocturno que tampoco yo entendía demasiado. ¿Qué hacer? Pedir deseos no sé si está tan bueno.

2 comentarios:

Unknown dijo...

y dicen por ahi...be careful what you wish for...
yo con el tiempo he aprendido que si uno pide un deseo tiene q ser especifico!
porq la vida te concede bastantes deseos pasa q si uno no es claro...bue uno se puede encontrar inmerso en situaciones un tanto complejas.
Por ejemplo...digale no a el clasico "quiero que alguien se enamore perdidamente de mi" ... no! alguien no! porq sino alguien si se va a enamorar de vos claro, pero anda a saber quien es ese alguien...y con el perdidamente quizas hasta se vuelva acosador...q miedo.

Lulu dijo...

jajajaj