Suele pasar. Suele pasar y no podemos negarlo.
Estás sentado, haciendo algo que no es diferente de lo que solemos considerar como estudiar, y ahí nomás sentís. Es algo, pequeño, liviano quizás- No, esperá. No te vayas. No temas. Es simplemente que uno a veces cree que ni si quiera se trata de un pedo. Una parcela de pedo. De eso estamos hablando, de una amenaza breve y concisa, de algo que no debería porqué haberse sentido como se sintió. ¿Y cómo se sintió? Como una bomba de hiroyima, atentando contra la pobre de mi compañera con la cual no me animé a blanquear esta incómoda, pero común situación. Dale, no pongas esa cara. Suele pasar.
2 comentarios:
puajjjjjjjjjjjjjjjjjjj.siiiii suele pasar pero venía tan lindo el relato que el final se "cagó" literalmente.
suele pasar.
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