Me obligan a seguir un preciso ritual. Prendo la luz, me siento con cara de dormida y con el matamoscas en la mano las persigo hasta aniquilarlas una por una.
Desde hace algunas semanas soy su peor pesadilla. A algunas las aplasto contra la pared o el vidrio. Otras quedan medio mareadas y sobrevuelvan a no mas de 20 cms. Otras reptan por sus vidas y las veo tratar de aletear cuando barro los cuerpos.
Y despues, cuando ya las mate a todas, media hora aproximadamente, me acuesto de nuevo y duermo una hora mas.
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