La tía estaba con X y su descuidado llevó a dejar una marca roja en su colchón de repuesto. En otra época uno pensaría que es un buen signo, pues en las noches de boda de la época victoriana la mancha roja simbolizaba la pérdida de virginidad y la virilidad del macho desvirgador. Pero no es ese el caso, y cuando la tía se dispuso a dar vuelta el colchón al menos para disimular, hete aquí que del lado opuesto otra mancha se imponía revelando el paso de otra amante enchastrada.
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