Le casualitè

1.Hola qué tal. Quiero contarles una historia. Una amiga de una amiga, tenía un novio de viaje por bastante tiempo, no sé bien cuanto. La cosa es que esta amiga de amiga, que pasaré a llamarla "Señorita L" decidió, para mantener el fuego encendido y el candor de la relación con su pareja, realizar un video con momentos eróticos y enviárselo por medio de internet. Es importante en este relato el detalle de que el video pesaba nada más y nada menos que 250 megas.

2.La historia sigue cuando la "Señorita L", recuerden, amiga de una amiga, envía también por internet unos archivos a su trabajo en un lugar X. A continuación, días después, llama al Fulano encargado de recibir dichos archivos:
- Hola Fulano, cómo estás?
- Bien vos, "Señorita L"?
- Bien, escuchame, recibiste lo que te mandé?
- Sí, muy bueno... el video... se ve que lo filmaste para tu novio...
- Ah... Eh... Mmm.. sss... claro... Viste? - es importante aclarar que la "Señorita L" intentó disimular la situación, suponiendo que si era un chiste, sería más correcto seguirle el juego a Fulano que sorprenderse o preguntar ¿Qué video?
- Bueno escuchame con lo otro que me mandaste....- etc

3.Y así la conversación siguió. Ahora, todos se preguntan acaso la "Señorita L" fue despedida de su trabajo? ¿Fue publicado este video en youtube? ¿Podemos verlo? No. No se puede. Lo increíble de la historia era que el video supo estar en la misma carpeta que los archivos enviados, por lo cual la duda sobre si este comentario era real se acrecentaba cada vez más. SIN EMBARGO, si el lector fue precavido y leyó atentamente, habrá notado un detalle que denuncia la imposibilidad del caso. Debido a que la casilla de correo de la "Señorita L" pertenece a hotmail, el máximo de envío de sus correos es de 10 megas. Ha oído? El video pesaba 250 megas.

4.Moraleja
Fulano hizo un chiste. Sin saberlo, Fulano llevó a la práctica la enseñanza de Freud, pues como vemos, todos los chistes tienen algo de verdad.