La historia es así.
La piba está comiendo ananá. El pibe, por teléfono, le dice, qué rico, ananá. Nunca hay en mi casa de eso. La piba se sorprende y le dice, ah sí? Si querés te lo mando. Y ahí el pibe se emociona y dice: bueno dale, mandalo en remise. La piba conoce una remisería de barrio que no cobra tan caro, puede ser. Lo piensa dos veces, y dale. Y ahí va, las 3 rodajas amarillas de ananá en el asiento trasero del remisero Carlos. Hasta acá todo bien. El problema es que a Carlos le caben los travas y hace rato dejó a uno en su departamento después de dos horas de puro placer. A Carlos nunca le cabieron las minitas, muy vuelteras. El trava va, viene y se va. Pum, se termina la historieta.
¿Qué tiene que ver la elección sexual de Carlos y el ananá? Y no sé, fijate. Yo no me comería una rodaja de ananá que fuese trasladada apoyada así, sin más, en el asiento de cuero sobre el que Carlos eyaculó hace unos momentos.
3 comentarios:
Y por que la eyaculacion luego de fornicar con un trava es mas asquerosa que luego de fornicar con una mujer?
no es mas o menos, es una cuestion de detalle,
jajaj me encanto
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