Ese gato negro. Ese gato negro roñoso que maúlla como un desenfrenado. Ese gato negro roñoso que maulla como un desenfrenado y pide y pide caricias. Nah, no se conforma, con nada, nunca. Y como siempre lo vemos a la mañana, el sol entra y cuando los pelos se le salen volando el sol te deja verlos, ahí, flotando en el aire, en el aula. Ese gato negro roñoso. ¿Tendrá cistitis? ¿Toxoplasmosis?
Hay otro gato negro, pero nunca entró al aula. Se pasea por la terraza de afuera y una vez martín pensó que era una persona. El otro gato es grande como un ternero, medio gordo y violento. Bah, eso es lo que se ve desde adentro. Semejante cuerpo parece que entrena, que hace lucha libre con los gatos de la zona.
Dato curioso
Hoy rendí el último parcial y no me siento tan bien como pensaba.
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