Resulta que nunca fui irresponsable. Siempre cuidé mis cosas y con más cuidado las de las demás personas. Pero tengo mis baches. Una vez le perdí unas hojas a una compañera de la primaria y su madre me torturó unos años con ojitos rojos de láser, pero ésa ya la superé. El problema es que estoy ahora dentro de un bache. Una profesora de inglés a quien llamaré simplemente "B" me prestó un libro la última clase que tuve con ella y no sé por qué , yo accedí a tomarlo prestado, pues sabía muy bien que la historia de la vida de David Coperfield poco me importaba, creo fue por mera cortesía. Llego a casa, luego de la clase y apoyo el libro en el escritorio. Me olvido de él.
Llega el día entonces, en que recibo un llamado teléfonico de la sra "B". Gracias a Dios, no me encuentro en mi casa en ese momento. Mi hermana me pasa el mensaje de que una sra "B" ha llamado pues necesita un libro que me prestó. Resulta que no era suyo y que lo necesita con una necesidad intensa. Me dirijo, calmada, hacia la biblioteca. Lo busco, no está. Miro en las cajas del escritorio, tampoco. Un poco más alterada, reviso con rápidez mientras nombro a mi madre , la biblioteca del living, tampoco. Ni rastros. No tengo perro y no puedo decir que se lo comió él. Tengo una gata, pero demasiado mansa para decir que se dedicó a mordisquearlo. Esta vez no lo apoyo en el escritorio porque no lo encuentro, pero me olvido de él de nuevo.
Días después, una amiga me acerca una carta. Sí. Una carta. No de truco, no de póquer. Un sobre que dice para carlota de "b",la abro. decía que lo necesitaba urgente y que por favor me comunicara con ella para devolvérselo.
Moraleja: traten de no pedir cosas prestadas, menos cuando eso que pedís prestado no te interesa. Pues pueden terminar como yo, comprando un libro de inglés de $40. Podría haber gastado la plata en otra cosa!
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