sábado, 3 de noviembre de 2007

Benadryl

Te juro Rafa, parece un chiste. No, no estoy quejándome otra vez. Y ya sé que acabás de volver de trabajar y no querés escucharme, pero vos decime cómo puede ser posible que yo llegue de la oficina casi arrastrándome por las baldozas de la cuadra y con las últimas energías aprete el botón del ascensor y casi con el último respiro logre abrir la puerta y ahí mismo cuando ya estoy arriba de la cama, ahí es cuando Rafa, no me puedo dormir. No, no me estoy quejando, te estoy diciendo que tengo un problema. Un gran problema si querés dimensionar las cosas, porque tener tanto cansancio corporal y que la mente no afloje no me de un respiro, Rafa, no me parece justo. Dale Rafi, recetame un somnífero, no seas tan amarrete. ¿Para qué estudiaste medicina entonces si no es para ayudar a tus seres queridos? Le das cualquier receta a los desconocidos en el hospital pero CLARO NO? Cuando una amiga de la vida te pide un pequeño favor, ah no señor, que no sé qué de la ética que no sé cuál del art del ejercicio profesional, Rafa ¿por qué?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Las drogas legales son mas peligrosas que las ilegales, por lejos. Bien por el Dr.

La tía dijo...

Bueno , si fui yo, que siendo semi sociologa le aconseje a polit aumentar su dosis de Benadryl si es que no podía dormir. Por lo menos a mi me funcionó.