martes, 24 de julio de 2007

Ascensor

Lo descubrí hace poco. Cuando vivía en mi casa de Caballito no era un medio de transporte al cual le dedicara tiempo en mis pensamientos. Pero la mudanza hacia nuevos barrios lo trajo a mi vida sin preguntar. Es así, que el ascensor representa ahora situaciones de distinta calaña:
incómodas, graciosas, silenciosas, cortas, pero sobre todo INCÓMODAS.
Qué clima raro, qué loco la nevada, a qué piso vas, son las frases más comunes entre los pasajeros. La pregunta que se me ocurre ahora es qué hacer en el ascensor cuando alguien se queda solo con vos, no siendo tal situación una casualidad, si no más bien, una tramoya de sus amigos compinches. Ni tampoco hay demasiado tiempo para decir algo o pensar, pues son seis pisos y el ascensor ya está bajando. Puf
,jaja, oh por dios fueron las onomatopeyas que surgieron en ese momento, las cuales no pude controlar y se salieron solas de mi boca, sin pedir permiso.

Moraleja: afilar correctamente la punta de los lápices y procurar que no caigan al piso, pues puede romperse la mina.

4 comentarios:

De los rubios dijo...

ALgo así como dejar que él esté del lado de los botones, y pasar muy cerca de él para presionar el de tu piso.
Como sea, el punto es acercar lo más posible tu cuerpo al de él, creo yo. Y esperar que el otro capte la situación.
(Asumo que querés una "situación", ¿no?)

Roberta.

Anónimo dijo...

hay carlota.
preparese fraces de antemano. perfectas, pulidas, pero sobre todo, de esas que uno no se olvida. juntelas y peguelas en algun lado.
en cuanto suba el niño en cuetion, usted quedara igual de callada, pero con un repertorio de silencios mas importante.
saludos

Rogelio Ferreyra dijo...

¿Que tal: "te pasás mas tarde a toar un cafe"?

Anónimo dijo...

Toar cafe es algo GROZO.

Franco de Montreuil.