Todavía me acuerdo del nene que estaba sentado atrás tuyo. A mi derecha estaban los dos carritos que hervían el aceite y donde las chicas del bar freían el pollo.
Te sentías mal. No, perdón, no te sentías mal. Te estabas muriendo. Yo mientras aprovechaba para practicar palabras en alemán como shaise y rock. Te seguías sintiendo mal, y empeoraste cuando llegó el plato con arroz y ave engrasada.
Voy al baño, dijiste. Yo me quedé mirando al nene con gorrito que me hacía ojitos.
Cuando volviste tenías una cara pálida y susurraste: fui al baño y terminé vomitando del olor.
2 comentarios:
¿El otro, pobre, con resaca y vos hablandole en aleman?
Después le echan la culpa al pollo...
Cambiando de tema, me encanta la sensación de ímpetu que tiene el blog de uds.
No quiero (¿si quiero?... no sé que quiero...) parecer aguafiestas, pero... se nota que recien lo empiezan.
Y está buenísimo!!.
Y gracias por agregarme!
Rogelio,
lamentablemente yo recién no empiezo. Sin embargo, si a ímpetu te referís a que posteemos más de una vez al día, es porque este fotolog tenía unas ganas de ser hace rato. Se trata de muuuchas historias.
Gracias por tu apoyo incondicional, amigo desconocido.
Aguanten los masajes en los pieses
Publicar un comentario