viernes, 31 de agosto de 2007

brócoli fértil

En un momento me reí para abajo, y te quedaste seria. Pensé que tenías cara de hombre, me dijiste. Buenas amigas me hago yo, pensé. Parecés un hombre, me dijiste. Y enseguida pensé que toda mi vida había tenido cara de hombre y nadie se había animado a decírmelo, y ahora de golpe se te había escapado lo que mis padres habían prohibido decir.
Me quedé pensando en la posibilidad de haber llevado conmigo una cara de hombre durante toda mi vida, y lo terrible que sería que ahora, 23 años después, mis padres me reconocieran que era verdad. ¿Cambiaría mi nombre? ¿Me afinaría las fracciones? Digo, las frankciones, perdón, quise decir, las facciones.
Espero que todo esto haya sido un mal sueño, y que al verme al espejo la próxima vez, no vea algo tan bizarro como un transplante de rostro.

Moraleja
A veces, cuando llegás de madrugada, y mirás un bowl con fideos, podés darte cuenta que los granos del brócoli parecen, de vez en cuando, espermatozoides.

1 comentario:

Anónimo dijo...

la tia no escribe