Está bien, puede ser que sea así. De golpe empieza a llover, no, no llovía, ahora sí llueve, y toda la ciudad se tiñe de ese clima entre nube húmeda y escenografía de video clip. Veo a un tipo correr un colectivo, aunque sólo vea su sobretodo gris bailar entre sus piernas, me sirve para seguir componiendo la escena.
Ahora, de la nada, se prende un cd de jazz con una batería pesada y una voz de mujer melanco que susurra palabras como "right here..." "..until the night goes away" y otras frases que aunque sean en inglés parecen que fueron escritas para mí, para ese momento. Y hay tráfico, sigue el bajo y la batería marcando un ritmo pausado, un groove de sillón, de arrumaco. Los autos se van moviendo, y las gotas que mojan toda la ciudad parecen sacadas de una pintura impresionista, me río al darme cuenta de que no veo un joraca y que definitivamente voy a necesitar anteojos.
La canción termina, y me doy cuenta que aunque quiera no puedo dejar de pensar en vos.
1 comentario:
me encantó,que bien lo contaste!!que circular y recurrente resulta a veces el pensamiento...damos vueltas para caer en la misma piel,en el mismo olor...
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