lunes, 13 de agosto de 2007

Último primer día

9.04 am estoy parada en av Las Heras esperando a mi amigo el 95 y un 60 decide a toda furia y con total impunidad, empaparme con toda el agua estancada de la lluvia. Agua no solo estancada sino básicamente, negra y repleta de extrañas partículas. No importa, sigamos adelante. No Tía, no había tiempo para volver y cambiarme el pantalón.


9.48 am mi colectivero amigo del 95 me deja en la esquina del Moyano y camino con pasos cortos una cuadra que parece interminable. Una gran muralla celeste de dibujos descascarados me acompaña hasta que vislumbro la entrada del edificio. Después de preguntarle a dos guardias que toman mate y hablan de otro tema que les interesa más, me pierdo por una escalera caracol.

9.54 am Mi amigo y compañero el HombreCorazón ya estaba en el aula hacía rato. La clase no sé cómo, pero duró 2 horas. Y el profesor era un tipo MUY serio que no se reía y parecía ser un hombre al que no le gustan las clases de chistes que a mí sí me gustan. Por lo cual me propuse no hacer ningún comentario y mantenerme en silencio. El silencio puede ser interpretado como sabiduría, muchas veces. Te lo juro.


Después de hacer un intenso city tour por todos los pabelloes, subsuelos, auditorios charcotianos, pasadizos secretos, caminos de tierra, comedores multifamiliares, salones de anatomía patológica e incinerador de desechos patógenos, me dí cuenta que el HombreCorazón estaba muy angustiado cuando se agarró la cabeza en el colectivo. Disimuló la secuencia de lágrimas que se escaparon entre su pullover y mientras bajaba corriendo me dijo: no puedo más, no puedo más.

4 comentarios:

bondiola dijo...

Mentira, no dije "¡no puedo más, no puedo más!", dije "chau". :)

Lulu dijo...

Yo interpreté tu rostro y tu sufrimiento martín, soy analista. (??)

Javier dijo...

Con Etoile una vez tocamos para La Colifata en el sector que se supone es el más light, y eso sólo para nosotros fue una experiencia demasiado heavy. Hay que tener huevos para estar en esos nosocomios.

Mariano Duna dijo...

Como profesionales de la psicología que está a punto ya de ser, ¿no piensan que utilizar -después de la obra de Foucault- el verbo "institucionalizar", es, por lo menos, poco feliz?
A mí, de todas maneras, me interesa el comentario "hacete ver" utilizado en casos como el que sigue: "A entra a su casa, da vuelta la mesa, abre las alacenas y vacía violentamente su contenido, tira la heladera, va a su habitación, abre su ropero y comienza a arrojar sus camisas por la ventana. B lo observa, le da un beso, le dice 'hacete ver' y se va para siempre".